“¡Soy una persona diferente! Anoche tuve una reunión con mis amigos más cercanos de toda la vida, éramos 4 personas en total. Esta reunión se lleva a cabo una vez al mes desde hace 30 años.
A pesar de todos los altibajos de la vida, la reunión siempre tiene la misma fórmula: principalmente, hablamos de nuestros propios problemas y de los del mundo.
Anoche hubo alguien nuevo en nuestra reunión y ese alguien fui yo.
Yo simplemente era diferente, no sé cómo explicarlo. Me sentía en paz. No sabía que no estaba en paz hasta que lo estuve.
Mi ego cambió y ahora estoy tranquilo y no soy agresivo ni crítico, ni interna ni externamente. Mis amigos me preguntaban constantemente por qué estaba tan callado (felizmente callado) o me miraban esperando que dijera algo en ciertos puntos de la conversación.
Simplemente estaba disfrutando la conversación que estaba escuchando.
Dos puntos de vista opuestos sobre un tema y yo no sentí la necesidad de elegir un lado o de expresar mi punto de vista. Ni siquiera sabía cuál era mi punto de vista, ya que solo estaba escuchando, sin analizar ni pensar en una respuesta.
No estaba en guardia, era más respetuoso. No me di cuenta de que no lo estaba hasta que lo estuve.
Esta tranquila paz mental es embriagadoramente hermosa, y desde lo más profundo de mi corazón y de mi alma, te digo gracias.
No es una ruptura, sino más bien abrir una caja y dejar que las nubes floten y se alejen.
Estoy eternamente y por siempre agradecido.”