“Tenía dudas sobre si empezar el programa, pero después de mi primera sesión me sentí más cómoda al instante. Cada vez que nos veíamos, había una nueva revelación y, poco a poco, aprendí a amar más y a dejar ir. Solía presionarme mucho por cosas que no me concernían, lo que condujo a una reacción en cadena de acontecimientos, incluida la falta de amor por mí misma y mucho resentimiento. Pero hacia nuestras últimas sesiones, me di cuenta y ahora vivo de una de las lecciones más valiosas que aprendí al hablar con Sukaiyna, y es “ser una fuente y no un desagüe”.
Las relaciones que he desarrollado durante el programa han sido las más valiosas hasta ahora. Mis interacciones con mi familia se han vuelto más habituales y constantes, y no podría estar más feliz por ello. También he aprendido que ser feliz no significa que sea el final del camino, sino solo una experiencia que tenemos en nuestro viaje. Damos por sentado muchas de las pequeñas experiencias y no nos damos cuenta de que las cosas más pequeñas forman el panorama general.
Sukaiyna y su programa son una fuente llena de lecciones que te ayudan a aprender a enseñarte a ti mismo, y sin el programa todavía estaría auto saboteando mi camino a través de la vida, creando más enemigos en mi mente que amigos para mi alma. Podría seguir hablando de todo el conocimiento que obtuve durante incontables párrafos, pero creo que la mejor manera de resumir toda la experiencia es: todos estamos encontrando nuestro camino en la vida, y si sientes que estás un poco perdido, está bien porque todos lo estamos. Estoy aquí para decir que mi viaje con Sukaiyna me ha ayudado a darme cuenta de innumerables cosas sobre mí y el mundo que me rodea y que no puedo esperar a que te embarques en tu propio viaje personal con ella. El viaje estará lleno de los asuntos más complicados y obvios, pero créeme cuando te digo que serán los más importantes”.