“Había perdido la esperanza de tener alguna posibilidad de resolver la pérdida de contacto con mi hijo. Lo que aprendí con Garden of Ayden y en las sesiones privadas con Sukaiyna fue que necesitaba creer que era posible recuperar relaciones positivas. No me había dado cuenta del papel que desempeñaban el perdón y la reformulación de mis propios patrones de pensamiento. Tuve que dejar de lado mi propia resistencia y miedo para empezar a reconstruirme de nuevo de forma auténtica. La ira y la agresión eran obstáculos que necesitaba liberar para encontrar el camino de vuelta a un camino de paz. Con todo mi respeto y mi más sincero agradecimiento, mi vida ha vuelto a cobrar una apariencia de tranquilidad interior”.